Oficialmente llamado el Estado de Qatar; (transliterado Dawlat Qaṭar), escrito Qatar según la nomenclatura de la ONU, es un estado soberano árabe ubicado en el oeste de Asia y que ocupa la pequeña península de Catar en el este de la península arábiga. Tiene una única frontera terrestre, por el sur con Arabia Saudita, mientras que el resto del territorio lo bañan las aguas del golfo Pérsico. Un estrecho de agua separa esta península del estado insular de Bahréin.
Qatar es una monarquía absoluta que ha sido gobernada por la familia Al Thani desde mediados del siglo XIX. Antes del descubrimiento de petróleo en su territorio, Catar era famoso por la recolección de perlas y por su comercio marítimo. Fue protectorado británico hasta que ganó su independencia en 1971. En 1995 el jeque Hamad al Zani se convirtió en emir después de deponer a su padre, Jalifa bin Hamad al Zani, en un golpe de Estado pacífico.
Qatar posee la tercera mayor reserva mundial de gas natural, lo que ha convertido al pequeño emirato en el país con mayor renta per cápita del planeta y lo ha llevado a alcanzar el índice de desarrollo humano más alto de todo el mundo árabe. Su economía es reconocida como de altos ingresos por el Banco Mundial y también figura en el puesto decimonoveno como país más pacífico a nivel global. Catar está inmerso actualmente en una gran transformación planificada que durará varias décadas y que pretende conseguir una economía avanzada, sostenible y diversificada. A fin de promover el turismo, Catar ha invertido miles de millones de dólares en la mejora de infraestructuras, ha organizado los Juegos Asiáticos de 2006 y ha sido elegido país organizador de la Copa Mundial de Fútbol de 2022, el primer país árabe que lo consigue.
En tiempos recientes Qatar ha comenzado a ganar peso en el mundo árabe. El país ha apoyado económicamente a diversos grupos terroristas durante la llamada "Primavera Árabe" y está extendiendo su influencia global a través de su televisión estatal Al Jazeera. La nación mantiene relaciones muy cercanas con diversos poderes occidentales y asiáticos, y en numerosas ocasiones ha actuado de puente entre los Estados musulmanes y el resto del mundo. Catar tiene una población de más de dos millones de personas, pero de ellos tan sólo 250 000 son ciudadanos cataríes. La mayor parte de sus habitantes son extranjeros que trabajan y viven allí. Además, es uno de los pocos países en los que sus ciudadanos no pagan ningún impuesto.